Esta es una
crónica de
Radio Televisión Española del 29 de noviembre de 2015. Ni falta hace
analizar y señalar errors y banalizaciones: la corporación mediática se retrataba sola...


El ente público español de radio y televisión parace haber decidido cubrir la violencia palestina de manera que se ajuste a la narrativa palestina: el agresor, atancante, perpetrador (palestino) es, siempre, una víctima, y como tal se destaca en el titular. Las vícitmas israelíes se difuminan de tal manera que se convierten en culpables; y en el mejor de los casos, en meras estadísticas de un ida y vuelta de agresiones.
¿El periodismo?
Pues ha quedado por el camino... O no. Porque, de haber quedado por el camino, la cobertura de todo suceso por parte de RTVE sería semejante. Y no lo es.
Entonces, ¿qué es lo que quedó por el camino? O, más bien, ¿qué ha recogido en el camino el ente público?
La cobertura en la que la versión israelí parece ser meramente anecdótica (siempre dudosa), una ineficaz justificación de que el texto es informativo - no pasa de ser algo muy parecido al comunicado de prensa de una ONG pro-palestina (o, más bien, anti-israelí).